Al final del partido todos los jugadores abrazados en una emotiva oración de agradecimiento dieron gracias a Dios porque el partido salió como se lo había planificado. Y no es para menos, justo ahora cuando los partidos se tornan decisivos, y sobre todo, cuando hay equipos que nada tienen que ver con este campeonato y lo único que tratan es de perjudicar a los que verdaderamente aspiran a algo importante poniendo alineaciones diferentes a las que habitualmente utilizan; nuestros muchachos se pusieron el "over-all" y cual humilde trabajador lucharon por demostrar que son los mejores del campeonato.
Ganaron con autoridad 2 a 0; y el marcador tranquilamente pudo ser más abultado. De no ser el penal errado por Cabello (absurdamente vuelto a repetir cuando ya había sido convertido en una primera ocasión), los dos mano a mano de Cuellar con el arquero y algunos más que por ahí hubieran significado una goleada de proporciones. De todos modos quedó claro que Real Santa Cruz tiene argumentos técnicos, tácticos y físicos como para ser campeón, salvo que se presentara alguna figura extrafubolística. Bien por los dirigidos por Juan Rivero que este próximo sábado 6 de septiembre enfrentarán a Sport Boys Warnes en el partido que será el decisivo para sus aspiraciones.
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